domingo, 25 de octubre de 2009

Je t'aime aussi (corto)


Desperté de un sueño pesado e inconstante. Últimamente se han finiquitado las fuentes de mi insonnia, del que tanto dependía para seguir viva en las madrugadas sin cafeína, pues de ahora en adelante soy la dama carente de aventuras, aburrida y metódica que arma itinerarios diarios para aliviar el triste desenlace de un matrimonio de 40 años.

- Y mi papá?
- No lo sé (responde mi madre), debe estar comprando ropa a esa perra.

No, felizmente no era así. Él se encontraba en la azotea, anudando los cordeles caídos, y ahora era su culpa por no haberlos arreglado con anterioridad, como se le había mandado.
Sus delgadas piernas pendían de un filo suicida sobre una banca que rechinaba insistente por los movimientos toráxicos y azarosos de mi padre.
Sentí un miedo estúpido al pensar que pueda caer 4 pisos hacia la terreno de al lado.
Me le acerqué cuidadosa para no asustarlo y provocar su muerte sin ninguna intención.
Él, simplemente, me miró con el rostro de siempre: culpable y melancólico. Mientras mi mente divagaba lo siguiente: hija, fue casual traerte al mundo - No, no soy la primera ni la última, papá.

Bajé a mi cuarto, sola y con mi soledad (almohada) y desperté por segunda vez, esa mañana, de un sueño pesado e inconstante. Salí de mi cuarto con los ojos hinchados de tanto dormir.

Madre? – y mi papá? (pensé haberla escuchado en la cocina, pero no estaba)

Subí a la azotea y vi a mi madre sollozando en la esquina y al lado de un banco que rechinaba insistente. Mi padre había caído 4 pisos de aquel banco, lo vi desde arriba con el cráneo destrozado. Yo le agradecí por haberse despedido, mientras mi madre reventaba en un aullido sordo al cielo…

Varinia.

viernes, 9 de octubre de 2009

Soneto de tus visceras

" Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu traquea elegante y anillada.

Canto a tu masa intestinal rosada
al brazo, al páncreas, a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones.
Y a tu matriz profunda y renovada.

Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.

Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos…
yo soy un sapo negro con dos alas. "

Baldomero Fernández Moreno

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Sobre el autor:

Nació en 1886 en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, Argentina. Fué médico, pero luego la literatura y la poesía se apoderaron de todo su tiempo. Se lo considera el creador del "sencillismo", un modo poético que recurre a un lenguaje coloquial y cotidiano. Dejó obras como Aldea española, Versos de Negrita,Los hijos,Poemas del Uruguay, Penumbra y Libro de Marcela, entre otros títulos.Murió en 1950.

viernes, 2 de octubre de 2009

Versos del exánime

Eres la querida y la menos querida
en los días naufragio los bordes de tu ira
y en la noches la estrella azul viene a tu cama
como el despojado que implora las caricias
a cambio de nada

Las navajas son lanzadas al azar
por el karma opresor de su mirada
y las palabras se juntan medrosas
sobre el llanto innato de las niñas

Los acentos son la aspereza
que conviven una noche más
bajo escombroos de puñales
la vida no será más el verso en las copas de los árboles
sino la daga inclinada en el fuego de los diálogos

Varinia.

jueves, 1 de octubre de 2009

Reflexión V.



El despertar insaciable de todas las mañanas de septiembre: me entristece saber que no te veré más.

Ni los libros ni las películas románticas sin final feliz serán suficientes para tapar este hueco agrietado, Nublada, me acoplo a la incomodidad de un silla fría, las paredes color humo parecen curvarse en el silencio con el único objeto de adormecer el esfuerzo de una mirada pensativa . Cuando nadie sabe que existo es más fácil ser quien nadie se imagina, la confianza de caminar a ciegas y la compasión por quienes no lo merecen son más sencillos de practicar cuando no eres parte del tumulto. solo sigues tu melodía interna, mescolanza de sunny voices con toques pianísticos pero muy cerca del bombo callejero de pasos al compás de la fatiga.

Everybody's rocking all over the world

Transformé el sentido de mi ser en otro que encuentra el deleite en volar y caer para reposar en la veredas de la ciudad ¿será conciente que vive en esta urbe? no lo creo. El pilluelo nació sin nido al igual que todos pero con la humildad de aceptar su única condición terrestre, la oportunidad de apostar por todo lo bueno de este mundo y recostar en ella los sueños.

Soy la niña del tutu celeste haciendo caras ridículas al gatito que no muestra la misma emoción. Solo existe ese momento y me quedaré a observarla no con los ojos de un psicoanalista sino con la que no vivió nada aún.

No remenbro una sola imagen de mi primer cumpleaños, mas bien muchas! las manos que acarician desde el cielo, los gigantes dándome de comer. A ellos no los volví a ver, y si me los señalan por la calle ó en reuniones , los niego, sé que no son los mismos. Ahora ofresco la mano tímida a quienes fueron gigantes, ellos la devuelven con el decoro del momento y voltean a pelliscar las mejillas de los bebes.
jajaja! solo hace falta reirse un poco para deshacer la melancolía de un niño egoísta. Los padres te ofrecen el amor como una regalo especial y que solo cuidandolo lo conservarás, hasta un punto en que se malgasta con el tiempo y debes dejar de usarlo por que no es igual que antes, más bien te hará dependiente. Y luego te llaman egoista!
Todos llevamos en el fondo la crueldad de un infante.

Varinia.



...


pdt: Escuchen milord (edith piaf) en mi play list

"En todas las vidas" - cuento corto


En la sala de espera de un pulcro hospital, Sara esperaba a la enfermera a ser guiada hacia uno de las habitaciones en donde su amiga yacía inconciente por más de un mes y medio. Después de haber lamentando con torrentes de lagrimas saladas y copiosas por el dormitar eterno de Lorena, Ella por fin obtuvo el permiso de su madre.
Mientras esperaba sentada en una silla a la mitad de un extenso pasillo, Sara no podía detener las embrolladas imágenes, una por una,del día del accidente cuando que en un instante de ofuscación, tomaron la moto de su hermano y huyeron por miedo a ser separadas.

A los 16 años, Las jóvenes de nuestro país tienen sueños, corazones rotos y secretos de sangre pero el amor nos lleva a experimentar barreras y a tomar decisiones del azar sin pensar en las consecuencias.

Sara y Lorena se conocen desde la escuela primaria. Desde que la madre de la última se divorció, se mudaron a un vecindario muy tranquilo en las afueras de la bulliciosa ciudad. Sara, en ese entonces, una niña inquieta y descuidada, despabiló en corto tiempo a la introvertida Lorena, lo que su madre aprobó positivamente a que esa amistad continuara. Así fueron los años siguientes. Lo que empezó en un tímido compartir de tardes en lonches familiares, se tornó prontamente en una vivida hermandad que juraron llevarla hasta la muerte.

En los primeros años de la escuela secundaria, Sara tuvo que acostumbrarse a las miradas inquietantes que posaban en Lorena, casi todo el tiempo, en los pasillos, jardines y aulas, los chicos mayores miraban con abrasador fuego cual presa a la desarrollada complexión de su amiga. Sus caderas se habían anchado en el verano y su cabellera negra, lisa y larga llegaba a su recta espalda soñada a ser tocada por muchos. Mientras que Sara aún no abandonaba la apariencia de niña, aunque con brazos pequeños, cara redonda y pálida, ella poseía la madurez precoz que tanto admiraba Lorena. Sara no opinaba al principio, Lorena sentía un placer congraciado hacia todas las miradas, especialmente cuando su amiga estaba junto a ella.
Cuando llegó la impaciencia de Sara, ella simplemente alegó que estaba confundida y que no soportaría una impúdica mirada más hacia ella y que sería mejor que una de las dos cambiara de escuela si es que no querían separarse definitivamente.

¡OH! Divina juventud!, el mundo no gira alrededor del tuyo. El egoísmo de un niño se refleja en el aire de Sara, como aquella, la primera mirada que atizó en Lorena, cuando niñas.

Lorena se levantó sin premura del sillón y con una actitud decidida y los labios rosas a flor de piel. Compartió un beso largo y cerrado, sintiendo el tibio calor que desprendía de sus naturalezas.

Sara tenía las manos sosteniendo su cabeza cuando la enfermera irrumpió en sus recuerdos. Con un amable trato que a la vez servía de consuelo , la guió hacia el fondo del largo pasillo para voltear y dar con una doble puerta de vidrio. Al entrar, se topaba con un pasadizo completo de habitaciones en ambos lados. Sara sintió que la ansiedad le carcomía los nervios, quería dejar atrás la parsimonia y correr sin en parar hacia la cama de su amiga.


Muy al contrario, solo sintió la presión de los dedos, unas contra otras, los rasguños y el corazón saltando más allá de sus orbitas.

cuando llegaron a la puerta, la enferma le advirtió que si se sentía incomoda salga sin hacer el menor ruido.

La habitación poseía una luz cegadora. La enfermera la dejó sola y en el centro, Lorena dormía profundamente en una cama amplia con sábanas color rosa palo. Su cabeza completamente vendada, sin ningún indicio de su caballera negra. Su ingrávido rostro, ahora hinchado, más de lo que se podía imaginar, los ojos igualmente morados y la piel de sus brazos hilaban de una bolsa de suero y otra de sangre. Los ojos de Sara desorbitados y secos de tanto llorar, las manos sin atreverse a tocarla por miedo a hacerle más daño. Solo lanzó un llanto ahogado mientras un estrépito frío envolvió su cuerpo.
No salió de la habitación, no corrió como la enfermera pronosticó, se quedó con Lorena con una mano sobre la de ella y la otra en su boca, controlando el espasmo.

TO BE CONTINUED...

Varinia.