martes, 29 de septiembre de 2009

Espejos


Tropezé más de una vez con la muerte
en los espejos, los vidrios, los cielos
en los charcos veía el reflejo
con una viva voz y en susurro fantasmal
ella me movía, me estremecía,
en sus troncos versos yo perdía.

En el soplo iracundo retenía el veneno
que sentía henchir hasta mis huesos
Mientras en los ojos negros
amparaba el odio de una roña
convertida en mártir de los famélicos

la carroña absurda, el beso insaciable
el alimento y las ansias
vaciadas en el misterio
conformaban el ciclo de los espejos

Di a parar más de una vez
con la muerte en los espejos
su fina oz era el destello
de un cadaver rosa
y ojeras lánguidas

Corrí más de una vez tras
la muerte en los espejos
Dentro del marco protector
me mecía el perversor
soy la presa que alimenta
aquella su longeva presencia
todo ello y menos yo

Varinia.

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